Poner la mente a prueba:

El Perthes me enseñó desde pequeño a ser un niño diferente, a no poder hacer vida como el resto de niños. Gracias a mi familia y a los diferentes profesionales sanitarios que me apoyaron y ayudaron a comprender que no podía saltar ni correr como el resto. No tuve adolescencia, ya que pasé de niño a adulto por la situación del Perthes, mi forma de pensar y actuar no era ya de un adolescente sino de una persona de edad. En edad adulta pienso y actuó como si tuviese más edad, esto es fruto de las etapas duras que he vivido con esta enfermedad. Todos los pacientes y familiares que nos afecta el Perthes tenemos muy poca información, asesoramiento y apoyo tanto emocional como económico y lo peor es tener una enfermedad de la que poco se sabe y no tener a dónde acudir como pacientes. Ya que la mayoría de Hospitales no tienen personal especializado en informar sobre las enfermedades raras, menos aún dar información sobre qué hacer o qué tratamientos cubre la seguridad social (ejemplo: podría c...